Se denomina quistes hepáticos a aquellas lesiones rellenas de líquido que se encuentran en el hígado ¿lo sabías?
La mayoría de estos quistes se diagnostican al realizar algún estudio de imagen, como una ecografía o un TAC, por cualquier otra razón, esto se debe a que los mismos generalmente no generan ningún tipo de síntomas.
Incluso muchas personas suelen tener quistes pequeños que no necesitan tratamiento ni seguimiento por parte de un profesional médico.
Tipos de quistes hepáticos:
- Quiste simple: Este es el tipo de quiste más frecuente, el cual es totalmente benigno ya que está compuesto de líquido claro que no se comunica con los conductos biliares intrahepáticos. Los mismos no presentan síntomas, son más comunes en mujeres y en la mayoría de los casos no requieren de ningún tratamiento. Es importante destacar que si existen casos en los que los mismos superan los 5 cm lo cual podría producir en el paciente molestias abdominales y sensación de saciedad.
- Enfermedad poliquística hepática: Esta enfermedad está caracterizada por el desarrollo de más de 4 quistes en el hígado y suele relacionarse con la presencia de varios quistes en el riñón. No obstante, esta es una condición hereditaria e infrecuente, que al tener relación con el riñón va de la mano de la edad y daño renal del paciente.
- Quiste hidatídico: Los quiste hidatídicos son producidos por la presencia de un parásito llamado Echinococcus granulosus, que puede contagiarse a través de perros infectados. Por lo general son diagnosticados por casualidad, ya que no generan mayores inconvenientes y en caso de estar calcificados no será necesario un tratamiento, por el contrario podría recetarse algún medicamento que ayude a combatir el parásito.
- Tumores: En algunas ocasiones los tumores adoptan la apariencia de quistes hepáticos y pueden ser confundidos con los mismos.
- Quistes biliares: Consisten en dilataciones de las ramas biliares intrahepáticas que dan lugar a la aparición de un quiste. Generalmente suelen dar complicaciones como estenosis (estrechamientos de los conductos), infecciones, desarrollo de piedras, entre otros síntomas.
Su tratamiento
Como se mencionó anteriormente la mayoría de los quistes hepáticos no requieren tratamiento, pero de necesitarlo el especialista solicitará un examen de seguimiento, para verificar que siguen en el mismo estado.
Si el quiste no crece después de 2 o 3 años, no será necesario seguir con el seguimiento del quiste.
Por otro lado, una cirugía será necesaria sólo en aquellas situaciones en las que el quiste sea grande y cause dolor al paciente.
¿Se pueden prevenir?
La mayoría de quistes hepáticos se originan a través de la herencia genética de cada persona, pero de igual manera existen diferentes medidas preventivas que pueden seguirse para evitar la aparición de los mismos:
- En el caso del parásito Echinococcus granulosus, los perros son los principales portadores del mismo, por tanto es importante que no se acaricien ni se besen a aquellos perros que no han recibido las vacunas necesarias ni un proceso de desparasitación.
- Es importante lavar correctamente la fruta y verdura antes de ingerirla.
- Mantener una higiene correcta en las manos lavándose con frecuencia será fundamental.
- Tratar en lo posible de beber siempre agua embotellada.