La nutrición en pacientes con enfermedades hepáticas juega un papel fundamental, tanto en la etapa de prevención como en la recuperación.
Por ello, la Licenciada Andrea Jaimes, Nutricionista y Coordinadora del servicio de nutrición de Fundahígado, explica los puntos significativos que debe conocer un paciente con enfermedad hepática y sus familiares sobre su nutrición. ¡Toma nota!
Es preciso mencionar, que es común que amigos, familiares o conocidos hagan recomendaciones sobre ciertas formas de alimentarse para mejorar la salud del paciente, pero lo mejor será seguir las indicaciones de un profesional.
A continuación, se presentan los mitos y realidades más comunes en cuanto a la nutrición de un paciente con enfermedad hepática:
Mito: es beneficioso tomar ramas, té o brebajes naturales
Realidad: este tipo de sustancias se metabolizan en el hígado, por lo que consumirlas padeciendo de alguna deficiencia hepática, puede causar una hepatotoxicidad (intoxicación). Para pacientes con enfermedades hepáticas o pacientes pediátricos, están absolutamente suspendidas las raíces, brebajes, té.
Mito: consumir carne es fundamental para un paciente con enfermedad hepática
Realidad: la carne es importante para los pacientes con enfermedades hepáticas, ya que estos deben seguir una dieta híper proteica, es decir, alta en proteína. Suelen tener una deficiencia en hierro y proteínas que se pueden medir a través de la albúmina. Si se hace restricción de estas fuentes de proteínas y hierro, se pueden profundizar estas deficiencias.
Sin embargo, es importante saber que las carnes rojas deben limitarse en consumo, y equilibrarlas con el resto de las carnes. La carne de soya, también es una excelente opción para quienes no consuman proteínas animales. Esta es una proteína vegetal con un índice proteico similar, incluso es conveniente a nivel económico. Otras opciones de para consumir proteínas son mezclar granos con cereales (arroz, maíz, trigo).
Mito: los pacientes con enfermedad hepática deben comer bajo en sal
Realidad: si bien es cierto que el consumo de sodio debe ser limitado al día para cualquier persona, según la Organización Mundial de la Salud –OMS-, la cantidad de sodio diaria debería ser: 2,300 mg por día. En el caso de los pacientes con enfermedades hepáticas, se indica esa misma medida, solo se restringe cuando hay presencia de edema.
Mito: si la persona tiene sobrepeso sufre de hígado graso
Realidad: el hígado graso, depende de cada caso y se debe estudiar de forma individualidad. Ciertamente está relacionado al sobrepeso, pero hay otros factores que influyen. Las recomendaciones generales son: suspender el consumo de alcohol y llevar una alimentación balanceada, nutritiva. Lo aconsejable en estos casos, es que el paciente asista a una cita con un nutricionista que le diseñe un plan específico a sus necesidades, que va a depender de la progresión de la enfermedad, el estado clínico del paciente, índice de sobrepeso, hábitos y metas a alcanzar.
Recuerda que muchas veces, las creencias en relación a la alimentación -los remedios o recetas caseras-, pueden causar daño en los pacientes con enfermedades hepáticas, por desconocer las consecuencias que pueden llegar a generar en estos casos.
Así que ¡no caigas mitos!, sigue las indicaciones de un especialista en nutrición y verás los resultados positivos que esto traerá para tu salud.