La aparición de hígado graso y el consumo de bebidas azucaradas se relaciona estrechamente. Esto debido a que dichas bebidas aumentan la producción de lípidos en el órgano, lo cual, mezclado con una dieta rica en grasas, podría ser un causante directo de dicha enfermedad.
Toma en cuenta, que existen distintos tipos de edulcorantes, uno de los más empleados es la fructosa. Se trata de un endulzante que se obtiene del jarabe de maíz, y debido a su bajo costo se usa constantemente en bebidas, salsas y alimentos procesados.
Es por eso, que investigadores de la Universidad de Barcelona y del CIBEROBN han descubierto y vinculado el consumo de bebidas azucaradas con fructosa con el hígado graso no asociado a alcohol, una patología para la que todavía no hay ninguna terapia farmacológica específica.
¿Qué sucede con la fructosa de las frutas?
Es importante destacar que ingerir esta fructosa al comer una fruta, es distinto. En este caso la cantidad de fructosa ingerida es mucho más reducida, y la masticación y la presencia de otros componentes de la fruta, como la fibra, ralentiza enormemente la absorción de la misma y la llegada de esta al hígado, haciéndola así de mayor agrado para el órgano.
Otras consecuencias del consumo de bebidas azucaradas que afectan al hígado
Además de favorecer el hígado graso, la fructosa también dispara los triglicéridos. Es importante destacar que la hipertrigliceridemia es el exceso de triglicéridos en la sangre, las cuales son sustancias grasas que el hígado no produce.
Algunas de las principales causas de tener los triglicéridos elevados son:
- Consumir más calorías de las que se queman (especialmente si se toma mucho azúcar).
- Tener sobrepeso u obesidad (sobre todo abdominal).
- El tabaco.
- Abusar del alcohol.
El hígado graso es el punto de partida de patologías más graves, como la cirrosis. Y es prácticamente asintomático, aunque en algunos casos pueden manifestarse trastornos digestivos leves. Aparte de llevar una dieta sana y hacer ejercicio físico, por ahora no existe ningún medicamento eficaz para combatirlo.
Por eso, recalcamos la importancia de llevar una alimentación balanceada, evitando el consumo excesivo de bebidas azucaradas, para ayudar a cuidar la salud del hígado.