El hígado es uno de los órganos vitales que utiliza el cuerpo humano para funcionar de manera normal, específicamente al digerir alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.
La enfermedad del hígado graso es una de las afecciones más comunes que impactan el hígado. Como su nombre lo indica, se da por la acumulación de grasa en el tejido hepático. A su vez, este padecimiento se puede dar de dos maneras distintas:
Hígado graso no alcohólico (esteatosis hepática no alcohólica)
Este tipo de enfermedad del hígado graso aparece en individuos que no consumen alcohol o lo hacen de forma esporádica. A su vez, el hígado graso no alcohólico también se puede dividir en dos sub-tipos o fases.
En primer lugar, los pacientes suelen desarrollar el hígado graso simple, una enfermedad en la que solo se almacena grasa en el hígado, pero sin dañar las células o tejidos de este órgano, lo cual puede afectar su funcionamiento.
Por otra parte, si esta primera fase no es atendida a tiempo por un profesional de la salud, podría desarrollarse una esteatosis hepática no alcohólica, en donde sí está comprometido el funcionamiento del hígado.
A su vez, de no tratarse esta segunda fase de la enfermedad, la inflamación del hígado puede causar otras enfermedades, como cirrosis o cáncer de hígado.
Hígado graso por consumo de alcohol (esteatosis hepática alcohólica)
Se sabe que el consumo excesivo de alcohol es uno de los peores hábitos para cuidar el hígado, pero lo que muchos no saben es que esto puede producir otro tipo de hígado graso por medio de la aparición de sustancias dañinas que debilitan este órgano y al resto del cuerpo.
Generalmente, se trata de una enfermedad que puede pasar desapercibida en el organismo. Sin embargo, puede presentar los siguientes síntomas: pérdida de peso y energía, disminución del apetito, náuseas, dolor de estómago y la aparición de pequeños vasos sanguíneos en la piel.
Al igual que el hígado graso no alcohólico, de no recibir tratamiento, los pacientes pueden desarrollar otras enfermedades como cirrosis y hepatitis.
Tratamiento e indicaciones
En el caso de la esteatosis hepática no alcohólica, la principal recomendación de los médicos es bajar de peso, para disminuir la acumulación de grasa en el hígado. Del mismo modo, se debe suspender el consumo de medicamentos que produzcan aumento de peso.
Hasta la fecha, no existe ningún medicamento elaborado específicamente para el tratamiento del hígado graso. Algunos expertos de la salud consideran que la vitamina E puede funcionar, pero esto sigue estando en prueba junto a la búsqueda de un tratamiento específico.
Si se habla de una esteatosis hepática alcohólica, lo primordial es suspender de manera inmediata el consumo de alcohol en la dieta del paciente. Muchas veces este cambio de conducta puede ocurrir a través de ayuda psicológica, en caso de una dependencia alcohólica.
Sin importar la razón por la que aparezca esta enfermedad, el hígado graso puede derivar en cirrosis, hepatitis o cáncer de hígado. Por lo tanto, los médicos indican a toda la población general alimentarse con una dieta balanceada y hacer actividad física de manera constante.