El hígado cuando se enferma, evidencia unos efectos o consecuencias, que se manifiestan en el organismo ante una enfermedad hepática terminal. Como es el caso de:
La Ictericia
Que es producto de la inflamación del hígado durante mucho tiempo, ya que se afecta a unas células llamadas hepatocitos, los cuales comienzan a disminuir o desaparecer. En consecuencia, el paciente deja de metabolizar o disminuye la síntesis de: las proteínas, que ayudan a generar otras células, la Albúmina, que sirve como transporte para otras sustancias en el organismo, los tiempos de coagulación, que ayudan a no tener sangrado o a controlarlo y la Bilirrubina, que al dejar de ser metabolizada, se evidencia en los pacientes, un tinte ictérico o color amarillento en ojos y piel -mucosas-, que produce un prurito importante característico de la enfermedad hepática terminal.
La Ascitis
Toma en cuenta que una característica del hígado enfermo con cirrosis hepática o enfermedad terminal, es que se vuelve fibrótico y con obstrucción en el flujo de sangre que viene a través del sistema porta. Por ende, el órgano se dilata generando una hipertensión portal.
Por lo tanto, una de las primeras complicaciones que presentan los pacientes, es lo que generalmente se llama ascitis, que es la acumulación de líquido en la cavidad peritoneal. Se manifiesta con malestar general, dolor abdominal, dificultad para evacuar y aumento de la cavidad o circunferencia peritoneal.
Clasificación:
- Leve: la cual se trata controlando el consumo de sal
- Moderada: el paciente necesita tratamiento médico con diuréticos
- Severa: amerita la realización de procedimientos médicos –paracentesis, que es la extracción de líquido ascítico-
- Refractaria, cuyo tratamiento es indicativo para el trasplante hepático
Por su parte, la ascitis puede generar otra complicación asociada a la presencia de una peritonitis bacteriana, la cual ocurre cuando el líquido ascítico es infectado de bacterias propias del organismo, aumentando la morbimortalidad en los pacientes.
El tratamiento para la peritonitis bacteriana, consiste en la administración de antibióticos por un largo tiempo y a la par, se debe determinar la causa de la descompensación de la cirrosis para tratarla de igual manera.
Várices Esofágicas
La hipertensión portal conduce o puede derivar en una complicación médica denominada varices esofágicas, que consiste en la dilatación de las venas presentes en el estómago y esófago. Estas venas podrían romperse, producto de la presión del sistema portal y producir una hemorragia.
La complicación puede ser pequeña y se puede visualizar a través de las heces, ya sea en forma de sangre roja o de sombrilla digerida más oscura, como la borra de café.
En otros casos, pueden presentarse con vómitos masivos de sangre o hemorragias importantes a través del recto, las cuales deben ser tratadas con urgencias para evitar un desenlace mortal. Este tipo de complicaciones son indicativas de un trasplante hepático, aún cuando la función hepática esté relativamente conservada.
Síndrome Hepatorrenal
El síndrome hepatorrenal, consiste en una lesión renal producto del aumento de la presión de la Porta y una alteración del vaso sanguíneo del riñón, produciendo un deterioro de ambos riñones. El daño puede ser: leve, cuando puede corregirse al cambiar los hábitos de consumo de sodio, moderado, cuando se trata con la utilización de sustancias vasoconstrictora y severo al ser subsanable, haciendo una desviación porto renal con eficacia limitada; incluso se podría considerar la opción de un trasplante de riñón, una vez que la causa del daño hepático sea resuelta
Encefalopatía Hepática
Es importante saber, que una de las funciones del hígado es el filtrado de sustancias tóxicas provenientes del intestino, que van al torrente sanguíneo.
Cuando el hígado está cirrótico, producto de una enfermedad hepática terminal, este filtrado se realiza deficientemente, permitiendo que sustancias tóxicas como el amonio, lleguen a la sangre.
En consecuencia, se produce una encefalopatía hepática, que es un cuadro neuropsiquiátrico que puede evidenciarse con cambios leves en la conducta, igualmente alteraciones del ciclo sueño-vigilia, además de somnolencia.
También se pueden presentar manifestaciones mucho más severas como: convulsiones, el coma o incluso la muerte.
En cuanto al tratamiento, para este tipo de complicaciones, se recomienda primero modificar la ingesta de ciertos alimentos. También el uso de laxantes, para garantizar que el paciente evacue varias veces, evitando de esta forma que las toxinas puedan llegar al sistema nervioso central.
En fin, es vital que los pacientes con enfermedades hepáticas, sigan las recomendaciones de su equipo médico, para hacerle frente de manera adecuada, a cada uno de los efectos, que puedan manifestarse en su organismo. ¡Seguir las indicaciones será la clave para lidiar con estas consecuencias!