La infancia es una de las etapas más importantes dentro del desarrollo del ser humano, durante la misma el individuo está expuesto a múltiples estímulos que facilitan la adquisición de destrezas físicas, formación del lenguaje y el desarrollo del razonamiento cognitivo.
En el transcurso de la adquisición de nuevos aprendizaje se da inicio a la pubertad y con ello, a la adolescencia. Esta etapa es una transición entre la infancia y la adultez, en donde el individuo pasa por múltiples cambios desde el área física, sexual y psicológica.
Ahora bien, en el momento en que se manifiesta una enfermedad crónica (como puede ser las condiciones hepáticas) en cualquiera de estas etapas del desarrollo, genera un cambio drástico en la vida del niño o adolescente.
Debido a ello, con este artículo buscamos brindar una guía que pueda ser útil para aquellos padres o representantes y docentes. Con el fin, de orientarlos ante los cambios de estilo de vida que compete la enfermedad o condición.
Orientación para las familias
Lo primero que se debe tener presente es que los padres también viven estos cambios de rutina y son afectados por la enfermedad, solo que la vivencia es diferente en relación a quien la padece. El primer paso que recomendamos es informarse y educarse acerca de la misma, sus síntomas, su evolución y tratamiento; esto de la mano con los profesionales médicos de confianza.
Al mismo tiempo, sugerimos que los padres busquen ayuda en grupos de orientación, los cuales cuentan con equipos multidisciplinarios de profesionales que pueden brindar el soporte necesario.
Lo segundo a tener en cuenta, es que mientras el proceso de adaptación se da es muy común que surjan discusiones o conflictos sobre las actividades que pueda realizar el paciente o el cumplimiento del tratamiento.
No obstante, es importante que sea a través de la comunicación que se informe las razones de los cambios del estilo de vida. Hacer partícipes a los niños y adolescentes del cuidado de su propia salud, es crucial para el adecuado mantenimiento del tratamiento y la garantía de una calidad de vida para el paciente y su entorno más cercano.
En el caso de las enfermedades hepáticas, conllevan un plan nutricional muy estricto que solo con el apoyo y colaboración de todos los miembros de la familia, el paciente podrá adaptarse y entender con mayor facilidad.
Retorno a la escolaridad
Al momento de incorporarse el niño o adolescente a su rutina escolar, es recomendable que los padres comuniquen en la institución y sobre todo al personal docente la condición de salud de su hijo. Esto es fundamental, ya que los mismos serán el principal apoyo que tendrá el paciente dentro de la institución y serán los responsables de orientar a los compañeros de clase, para que las relaciones y la comunicación entre el grupo escolar se realice a partir del conocimiento y no desde la ignorancia.
Por la falta de conocimiento que se pueda tener sobre la enfermedad, suelen surgir prejuicios y acciones discriminatorias de parte del grupo escolar hacia el paciente, por eso es vital brindar información sobre la condición, para que así el personal educativo y compañeros puedas ayudar en caso de alguna eventualidad.
De igual forma, se debe incentivar al paciente para que mantenga una comunicación constante con sus profesores y que comprenda la importancia de la misma. Asimismo es fundamental que el niño o adolescente, esté consciente de la responsabilidad que conlleva mantener y cumplir con sus medicinas, respetar su plan de alimentación sin dejar a un lado sus deberes escolares.
Tomando en consideración lo descrito, le sugerimos al personal las siguientes recomendaciones:
- Designar un tutor o tutora, para que el niño o niña pueda acudir si se siente mal o surge algún problema.
- No centrar excesivamente la atención en el alumno o alumna que se incorpora.
- Mantener la exigencia igual que a sus compañeros, siempre que sea posible.
- Integrarlo a los grupos de trabajo.
- Ofrecerle seguridad y apoyo en los momentos difíciles en la relación con sus compañeros y compañeras.
- Ayudar, pero no compadecerse; interesarse por su enfermedad, pero no interrogar al paciente; ser amables, pero no consentirlo en excesos.
Fundahígado, siendo el único programa de trasplante activo en el país, cuenta con un equipo interdisciplinario encargado de guiar a sus pacientes en todas las areas necesarias para su desarrollo y mejora de salud.
Para esto, se crearon una serie de conversatorios donde se ofrece a los padres de pacientes con condiciones especiales, herramientas que ayuden a que sus hijos puedan mantener una vida como los demás niños.
Estas actividades surgieron con la intención de ser un apoyo u orientación en cuanto a la enfermedad, el cuidado del tratamiento. Ya que tal como anunciamos en el primer taller realizado, una alimentación variada y «extraordinaria» facilitará la calidad de vida del niño o adolescente.
Si deseas conocer más sobre estas actividades o formas de sobrellevar este tipo de enfermedades, sigue nuestras redes sociales y nuestra página web donde constantemente brindamos información sobre los mismos.