El acompañamiento psicológico, cobran vital importancia para lograr que el paciente trasplantado, pase de la desesperanza al entendimiento de que sí es posible tener una buena vida, sobre todo una vez que se hayan contenido sus angustias.
Toma en cuenta que para muchos, conseguir un trasplante de hígado puede significar, tener una nueva oportunidad de vida, que le va a permitir retomar sus actividades cotidianas y planificar su futuro.
Sin embargo, el trasplante de hígado supone una serie de cambios para el paciente y su familia, no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional y social, que deben ser tomados en consideración.
Pues es un proceso que implica la aceptación y el seguimiento de la nueva vida del paciente trasplantado.
De acuerdo con los especialistas que forman parte del equipo de Fundahígado, Sandro Mazzucato – psicólogo clínico y Gabriela Romero – psicóloga comunitaria, la atención psicológica a los pacientes y sus familiares ofrece buenos resultados, que se reflejan directamente en el bienestar y la calidad de vida de ambos.
Por ello, “parte del proceso es acompañar al paciente y hacerle reconocer que tiene mucho alcance en su autogestión de la enfermedad. Hay que tener al paciente motivado para eso”, explicó Mazzucato.
En el acompañamiento psicológico, se trata de reconocer y asimilar los retos que surgen a medida que el paciente crece y avanza en ese proceso evolutivo, que va desde el diagnostico hasta el trasplante.
Entender en cuál etapa se encuentra la persona y conocer cuáles son sus condiciones psicosociales, son aspectos claves que permiten saber cómo cambiar y otorgar las herramientas adecuadas al paciente y su familia.
“Es abordar al paciente en sus diversas etapas de vida, pues a medida que el paciente crece, empieza a entender las cosas de una manera distinta, por lo que hay que hablarles de una manera diferente”, explicó Romero.
Uno de los principales y más complejos cambios es la modificación de los hábitos alimenticios de la persona, ya que implica renunciar a una condición previa.
Sin embargo, parte del trabajo de acompañamiento psicológico, es enseñarle al paciente que aceptar esos nuevos hábitos saludables, le va a permitir restablecer su salud y calidad de vida.
Por otro lado, hay que considerar que suele existir una tendencia natural en el paciente hepático a vivir en desesperanza, por ello, la contención, la información y la guía son esenciales en todo el proceso, incluso en su Vida Después del Trasplante.